lunes, 26 de abril de 2010

Se perdió el fin del mundo.

Se perdió el fin del mundo. ¿Cómo era posible que no se hubiera dado cuenta? no paraba de darle vueltas mientras caminaba junto a millones de personas hacia lo que denominaron “su destino”. No lo entendía, ella tenía muchas cosas por hacer en vida ¿cómo se había acabado ya? Y lo más importante ¡Sin que ella se diera cuenta!. Todo había transcurrido como un día normal. Levantarse, ducharse, preparar el desayuno, a pesar de que aquella mañana no funcionaba la electricidad y se tuvo que preparar la tostada con un mechero, bajar desde un quinto piso deslizándose por la barandilla porque los escalones habían desaparecido, ir a la universidad… La verdad es, que de no ser por los árboles en llamas caídos en medio de la acera y la gente gritando ¡apocalipsis! era una mañana bastante buena y apenas había tráfico.
Llegó a la universidad y ese día tan solo un profesor había acudido a clase, rezaba por sus almas o algo así, pero ella solo estaba atenta en coger apuntes. ¡ESPERA! Su profesor de anatomía no había ido a clase, como no lo había visto antes ¡Dijo el primer día que a no ser que se acabara el mundo siempre acudiría a clase! Y además ella había perdido toda la tarde en la biblioteca… Había desperdiciado su último día de vida en la biblioteca. No se había despedido de nadie, ¿Qué pensarían sus padres?...
Tan absorta estaba en sus pensamientos que no se había dado cuenta de que la cola había avanzado y se hallaba a tan solo unos metros de tener que tomar una decisión.

- ¿Qué ha decidido?
- Hola disculpe, ¿quién es usted?
- No ve que no hay tiempo para presentaciones ¿Qué ha decidido?
- ¿Decidido de qué?
- ¿No leyó los panfletos que enviamos a la tierra?
- No tengo ni idea de que me habla.
- ¿No ha leído los carteles?
- ¿Qué carteles?- respondí enfadada. No sabía quién era ese señor ni qué clase de decisión esperaba que tomase.
- Los que había de camino –respondió de mala gana.
- No, la verdad es que no, le importaría explicármelos.
- ¿No ve la cola que está usted formando?
- Ya, pero se trata de mi destino. Hágame un resumen.
- Opción A: irse al cielo, pasarse el día de blanco tocando el arpa pero, con el pequeño inconveniente de tener que hacer visitas a modo de ángel a lo que hasta hoy se consideraba la tierra para intentar convencer a las almas errantes que quedan por allí de que deben morir. Opción B: ir al infierno, hace calorcillo, montan unas fiestas de impresión pero, de vez en cuando, hay flagelaciones, torturas… ese tipo de cosas que tanto le gustan al Señor.
- Mmm, pues no se la verdad es que ninguna me convence. ¿Existe alguna otra opción?
- La de alma errante, pero van a intentar matarla constantemente. Desde luego es la más estresante.
- ¿Le importa si me quedo aquí un rato decidiendo?
- ¿Que se cree que tenemos toda la eternidad?
- Hombre, eso pensaba.
- O decide usted o decido yo.

Se vio obligada a hacer la elección de su vida a base de lanzar una moneda. Cara cielo, cruz infierno, canto alma errante. Y así pasó el resto de sus días, condenada a vagar por el mundo, huyendo del demonio y escapando de los ángeles…

4 comentarios:

  1. XDDD es la mejor definición del limbo que he leido nunca jajajjajaja y lo de la tostada con el mechero ha sido sublime XD. Muy original y con un toque irónico que me gustó ;)

    Besos angelicales.

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  2. Originalidad ante todo. Me gustó.

    No se puede tomar una decisión así en un momento jajaja, será por tiempo!!

    Y el principio muy bueno también. está vivía un poco en su mundo no? jajaja.

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  3. Pues de flojo nada.Me ha parecido super divertido y original. Por cierto, yo también hubiese montado mucha cola tras de mí en esa situación y hubiera recurrido a la monedita. Me gusta mucho más lo de alma errante que ninguna de las otras...

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  4. Hola Larefort

    Como dice Sechat de flojo nada y al ingenio del argumento le añado dos detalles que me llamaron la atención también. Pasó el último día entre libros y ni el fin del mundo pudo echar abajo la universidad. Y es que el saber nunca ocupó lugar :)

    Lo malo es que el estrés no se acaba con el fin del mundo, mira que tuvo mala suerte!

    Gran relato, enhorabuena!

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